Hace ya muchos años descubrí que esto de escribir no era simplemente algo que me gustara hacer sino que más bien era una necesidad.
Escribir es para mí algo tan importante, tan íntimo, tan necesario, tan útil, tan mío, que hasta me cuesta dejar que otros abran esta puerta. Pero después de unos años me he dado cuenta de que ser leída también es bonito, no sólo para mí sino para quien esté ahí detrás leyendo. Seas quien seas, bienvenida o bienvenido.
Halfasianpía es un rincón donde voy a escribir sobre mi vida en Taipei, aunque ya sea lejos de allí, creo que merece la pena abrir un espacio donde recordarla, revivirla y acercarla a quien quiera saber más. Escribir sobre lo que he vivido, sentido y lo mucho que ha significado para mí este paréntesis del año pasado y parte de este 2020.
A veces no salen las cosas como planeas y a esta idea del blog le ha pasado eso, que pretendía escribirlo estando allí y finalmente no pudo ser. Pero bueno, he descubierto que otra forma bonita de hacerlo era contando la experiencia paralelamente un año después (o lo que tarde en escribirlo), más o menos al mismo ritmo que pasaron allí las cosas pero con la perspectiva de ya saber qué y cómo pasó toda esta aventura. Así que vamos allá, que ya voy tarde.
Y como escribir me inspira, me agita, me relaja, me remueve, me atrapa, me destapa y me rompe, en el mejor sentido que tenga ese verbo, no esperéis entradas objetivas sino muy subjetivas y muy personales.
Escribir para mí es un ejercicio de higiene mental, de desahogo y de honestidad conmigo misma. Un momento en el que parar a escuchar lo que me tengo que decir a mí misma. He decidido compartirlo para romper la absurda barrera de estar escondiendo siempre lo que sentimos y hablar más allá de lo que hacemos.
Espero que disfrutéis leyendo tanto como yo cuando escribo.
Empiezo, que ya me tiembla todo de la emoción de cuando empiezas algo nuevo, como irte a hacer las maletas para vivir en Taiwán una temporadita.
¿Listos?