Afeitado de mango

Afeitado de mango

Este domingo la ruleta gira para volver a quedarse en el sector de los postres, concretamente en los helados.

Ya estrené los helados taiwaneses hablando de mi helado favorito y aunque mi medalla de oro ya esté dada, este tipo de helados de los que vengo a hablar hoy poco tienen que ver con aquél y para nada se quedan atrás.

Me refiero a los 刨冰 bàobīng. Son esencialmente helados de hielo raspado, la traducción del nombre es literal y muy fiel a lo que son. Hay montones de versiones, tantas como se te ocurran y te apetezca añadirle a las escamas de hielo para darles sabor: fruta cortada, judías rojas, coco, taro, tapioca, pudding, gelatina, mochis y un largo etcétera. Mientras que la imaginación no tenga fin, creo que este helado tampoco.

Pero hoy vengo a centrarme en uno, el 雪花冰 xuěhuā bīng típicamente taiwanés. Cerrando más el círculo, me centro en el rey: Mango shaved ice.

Mira que me gustan todas las frutas pero es que el mango es como coger una bicicleta sin frenos, no se puede parar. Además, seguro que no soy la única que lo piensa porque sino el mángguǒ bīng 芒果冰 no sería el helado más popular y pedido de toda esta categoría de helados.

Pongamos esta imagen en la mesa: yo, que ya sabía de la existencia de este postre tan apetecible ya antes de aterrizar en la isla, llego, me abofetea el calor húmedo tropical y ¿cómo no, cómo no iba a sentarme a probarlo? Sería delito pasarlo por alto.

¿Qué puedo decir de él? Es una idea simple que funciona muy bien, sencillamente eso. ¿Qué más necesitaría una idea como ésta para salir bien parada que que guste y hablen de ella? En la isla funciona tanto que junto con el 珍珠奶茶 zhēnzhū nǎichá es una de las cosas más solicitadas para olvidarte del calor.

Es tan simple como un buen afeitado de escamas de hielo bañadas en sirope de mango o leche condensada, o una combinación de ambas, unos cubos bien cortados de mango de temporada y el toque final: una bola de helado de mango para rematar la temática.

Yo diría que es el helado social por excelencia de todo Taiwán porque no existe un tamaño pequeño, mediano o grande. El tamaño es ése, el que que se alza tres cuartos por encima de su cuenco, el monstruoso, como ya bien bautizó el creador de la cadena Ice Monster que les dio la fama.

Por eso es el helado perfecto para compartir sobremesa o merienda dulce, porque como yo, creo que nadie se sienta a disfrutarlo sin compañía, aunque si es un día de esos en los que el estómago está goloso seguro que nada es imposible…

*A mi también me encantan las fotos de hoy, pero estas no son mías.

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