Tranquilos, aunque sea domingo y con esa foto, no voy a hablar de comer carne de perro.
Pero sí, hoy tenemos un tema muy perruno entre manos porque ya iba tocando sacar este tema tan curioso por aquí. ¡Preparaos para comentar una de las costumbres taiwanesas más populares!
¿Cuántos perros montados en carrito has visto en toda tu vida?
Si me hubiesen preguntado eso antes de llegar a Taiwán, seguramente habría tenido que pensar un buen rato. Mi respuesta posiblemente habría sido que ninguno, si acaso, uno, y probablemente fuese algún pobre perro con la pata rota o alguna otra cosa que le impidiera llegar a casa de otra manera que no fuera en carrito.
Ahora bien, hazme esa pregunta hoy y no podría decirte un número en concreto. Los perros más mimados que he visto en toda mi vida han sido en Taiwán y no miento si digo que vi muy poco perro sin su carrito. En cuestión de semanas lo que empezó a parecerme raro era encontrar a alguno de ellos con las patas tocando asfalto.
La verdad es que tardé muy poco en acostumbrarme, pero me acuerdo que muy al principio no podía dejar de seguirlos con la mirada. Y yo pensaba para mí: «Amigos, ¡hay que moverse! No estáis hechos para ir como reyes ahí dentro. ¡Rebelaos!»
Pero luego pensé, qué rebelión ni qué rebelión, si estos irán más a gusto que en brazos… Pero bueno, en mi cabeza seguía rondando la misma pregunta: ¿En serio se los llevan de paseo en cochecito? Pues la cosa es que, después de varios meses viéndolos, la respuesta era rotunda: sí, claro, si es lo normal.
¿Qué broma es esta? ¿Es parte del ajo ke’ai accesorizar cada vez más a tu mascota hasta llegar al cochecito? ¿Es parte de la sociedad convenient en la que puedes llevar a tu perro a todas partes más rápido, más cómodo y puedes evitarle caminar por zonas muy abarrotadas?
Es tan normal y está tan aceptado y tan integrado, que en el metro de Taipei podías consultar no sólo las normas para entrar con tu perro en su cochecito, sino también en qué líneas y estaciones podías acceder y en cuáles no si le tenías metido en un carrito tamaño XL. En ese caso, por cierto, siempre con tu Ticket for Pet Stroller contigo. Ahora bien, si el carrito era pequeño o mediano, no importaba, tenías acceso libre al metro sin restricción ni ticket especial, eso contaba como quien va con su maleta de mano al aeropuerto.
¿Los perros en cochecitos? ¿Qué hay de raro? En Taiwán, absolutamente nada. 😉
*A mi también me encanta la foto de hoy, pero esta no es mía. (Photo by © Andrew Haimerl)