Cenar pasadas las 20h

Cenar pasadas las 20h

Hay una cosa que me encanta de los taiwaneses y es lo muchísimo que disfrutan comiendo. Les encanta hablar de comida, de sabores, de combinaciones, de texturas, de ese algo que notas en el plato y que te apetece comentar… A mí me pasa exactamente lo mismo y reconozco que siento una conexión especial con la gente que disfruta tanto entre sabores que se le nota en la cara. Encontrar a gente que vibra en la misma onda es simplemente genial.

Bueno, pues lo que venía a decir es que a ellos les encanta comer reunidos en los 熱炒 rè chǎo hasta bien tarde, porque aquí sí, aquí sí que es posible encontrar cena más allá de las ocho de la tarde, bastante más allá, hasta casi las 2AM.

Siendo sincera, lo cierto es que me parece un muy buen hábito cenar pronto. Viniendo de una cultura en la que no es nada habitual quedarte sin opciones de cena a horas de casi merienda, hace tiempo que lucho por seguir interiorizando este hábito a este lado del mundo.

Viviendo en Taiwán me gustaba saber que había opciones, opciones para cuando quería ser flexible con la hora, cuando no quería salir corriendo a cenar a las siete pero tampoco decir que no a una cena tardía que se alargara hasta pasada la medianoche. Los rè chǎo estaban ahí para esos días en los que apetecía juntarse y alargar la cena con el frescor de una botella de vidrio verde de Taiwan Beer para bajarle un par de puntos a la humedad.

Eso sí, antes de sentarnos y de pedir el menú empecemos por lo primero, el por qué de su nombre: Rè chǎo.

significa «caliente» y chǎo quiere decir «freír» o «frito» aunque no necesariamente todo lo que llegue a tu mesa cuando te sientas a comer en estos restaurantes se cocine frito. Este tipo de restaurantes tienen ese nombre que se dice igual de rápido que como te llegarán los platos a la mesa desde que los pidas.

Para mí los rè chǎo son puro espíritu taiwanés, el sitio más animado fuera de las guías para hablar, comer y beber en grupo, donde los taiwaneses realmente se desinhiben, se ríen y comparten momentos y cerveza. Son una de las formas de vivir Taiwán de una manera muy auténtica y muy suya que yo disfruté mucho estando allí. Aunque me lo pidieran no creo que pueda quedarme con un sólo adjetivo para definir esta forma tan local de reunirse unos cuantos y de disfrutar de la comida juntos, así que diré cuatro que la describen especialmente bien: social, bulliciosa, rápida y barata. Y sí, además voy a añadir que todo sabe bien.

Después de soltar sobre la mesa un menú del que necesitas cinco minutos para recuperarte después de intentar leer y traducir todo, ya puedes relajarte sabiendo que para acompañar a la grandísima variedad de platos que se pueden elegir, el arroz se da por hecho. Siempre hay cocedoras de arroz trabajando a todo vapor para que cada vez que aparezcas con tu tazón para servirte y abras la tapa puedas encontrar ese arroz perfecto y humeante tan de cocedora de arroz a la que nunca se le pasa el punto y al que tan acostumbrada estoy desde pequeña.

Junto con el arroz también había autoservicio de bebida, las neveras estaban allí, preparadas para que las abriéramos, llenas en su mayoría de cervezas listas para llevarlas a nuestro sitio y destaparlas con los abridores que colgaban de cada mesa. Todo estaba pensado ya desde antes de que nos sentáramos para que fuera rápido y fácil y sólo tuviéramos que preocuparnos de cuándo se nos acabaría el arroz del tazón y de si ya habían llegado todos los platos que habíamos pedido.

Esas botellas bien frías de cerveza taiwanesa abrieron la cena y se cruzaron unas con otras chocándose para brindar en el idioma que había conseguido reunirnos a todos allí: 乾杯 Gān bēi!

*A mi también me encanta la foto de hoy pero esta no es mía. (Photo by © Farley Elliot)

Back to Top